FAKE

"En la era del clickbait, de la proliferación de informaciones sin contrastar y de unos valores cada vez más líquidos, una líder progresista intenta escalar hasta la cumbre de la política. Se trata de una lucha contra unas estructuras resistentes a cualquier cambio profundo, dentro de un entorno lleno de amenazas que hasta hace muy poco creíamos superadas.
Fake agita el árbol de la manipulación mediática, de la corrupción y del fascismo al mismo tiempo que nos pone ante un espejo que nos hace una pregunta incómoda: ¿queremos ser simples espectadores de una degradación colectiva que quizá solo acaba de empezar?"

FAKE es la historia de una mujer con proyección pública que desciende a los infiernos a causa de una manipulación orquestada, el combustible de los medios de comunicación y las redes sociales y la inestimable connivencia de miles de conciudadanos.

Ficha artística y técnica
Dramaturgia
Rafel Gallego
Dirección
Sergio Baos
Ayudantía de dirección
Luis Baró
Audiovisuales
Antoni Amengual
Iluminación
Albert Vizcarro
Espacio Escénico
Joan Aguiló
Espacio Sonoro
Sara Mingolla
Producción ejecutiva
Luis Baró
Ayudante de Producción
Laura Porcel
Fotografía
Nuova Tecnica
Intérpretes
Interpretación
Marga López
Interpretación
Santi Celaya
Interpretación
Maria Bauçà
Críticas:

"Fake es una comedia que produce miedo, que da pena, que da más rabia que gracia, aunque te ríes con ganas durante buena parte de la función. Es una caricatura tragicómica de una realidad lamentable, la del telediario cotidiano, que lo único positivo que tiene es que inspira espectáculos como este.

Rafel Gallego se ha convertido en el dramaturgo de guardia del progresismo. Siempre atento a su entorno, que es la vida, la del periodista y la del ciudadano, preparado para hundir su bisturí teatral allá donde la injusticia social o ideológica es tan evidente que incluso hay que algunos que la niegan. Reivindicó Lorca, prestó su voz a las siempre ignoradas kellys, y por extensión a los trabajadores invisibles y/o domésticos, y ahora se atreve a denunciar lo que todo el mundo sabe, pero todo el mundo acepta como la nueva normalidad socio política. Es decir, que la realidad es la que nos dicen y no la que es, y que vivimos engañados, manipulados e incluso enfadados, pero resignados a escuchar muchas mentiras y saber que, aunque tenemos derecho al “pataleo”, no podemos hacer ni decir nada para que esto cambie. Y sí, Trump es el ejemplo más obvio, pero no hay que irse tan lejos para sentir vergüenza. Basta mirar hacia Madrid o IB3 para sentir terror. Supongo que por eso, salvo un sencillo Laura, no aparece ningún otro nombre propio a Fake. Sobran.

Solo por eso, porque es valiente y comprometida, la nueva producción de El Somni es relevante. Y tal vez necesaria. Pero además el montaje es notable. En términos teatrales, quiero decir. Sergio Baos ha sabido cómo contar todo aquello que ha brotado del prolífico Gallego. Flirteando siempre con los límites del esperpento y la comedia bufona, convierte en rotunda denuncia una sátira voluntariamente panfletaria, que utiliza un lenguaje televisivo –periodístico- estridente, llamativo, sensacionalista y tristemente común, que entre risas a más de uno le congelará o ensuciará la conciencia.

El montaje es una filigrana técnica. Una arriesgada pieza de orfebrería teatral que funciona con precisión absoluta tanto técnicamente como narrativa, y fascina tanto como sorprende y embelesa. Y además, la propuesta se redondea con unas interpretaciones soberbias. Marga López impecable, nunca falla. Ni haciendo la rana. Maria Bauçà demostrando que su versatilidad cómica no tiene límites, justo antes de emocionarte con una bajada inesperada a las emociones más íntimas y sentidas. Y un Santi Celaya polivalente que hipnotiza y convence a la manera de Jorge Javier Vázquez tanto como en la piel de un güelu decepcionado con la vida y la familia. Extraordinarios los tres."

Javier Matesanz
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